No solo queremos celebrar lo que conlleva este día, también queremos recordar que gracias Marsha P. Johnson y su rebeldía contra un sistema que nos oprime, es que no hubo más silencio. Una redada en el bar Stonewall, un 28 de junio de 1969 fue el paso a la visibilización y reivindicación, cuando Marsha atacó a un policía con un ladrillo armando un motín.
No conformarse y no callar era su forma de vivir, fue activista por la comunidad lgbti hasta el último día de su vida.
La lucha por los derechos continúa, y es nuestro deber reivindicarlo todos los días.
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